lunes, 13 de septiembre de 2010

Evaluación vs Tiempo


Evaluación

En este curso de DocTIC me ha surgido una Inquietud, de “qué hacer, y cómo” para controlar el tiempo en las horas que nos corresponden para las diferentes asignaturas que tenemos en este semestre en la maestría, esta experiencia tecnológica, en la cual eso de “controlar” el tiempo es, un propósito que a mi manera de ver nos aleja de la mejor intención que es el aprendizaje autónomo.

Pretender controlar, es bastante difícil, y que bueno que el tiempo sea nuestro y lo utilicemos para aprender y no para obtener un título o una calificación pero siempre lo hacemos para alcanzar estos objetivos. Aunque en este curso ha sido mas de orientar que de controlar el tiempo se nos agota y ya hay unos propósitos estipulados.

El tiempo parece, además de “incontrolable” incumplible. ¿Cuándo será el momento en que el estudiante decida estudiar y, mejor aún, decida solicitar la evaluación correspondiente?

Aunque pareciera que en este curso nada nos detiene si queremos agilizar en el estudio. El material es organizado y lo suficientemente amplio para ser desarrollado durante el día, la noche, y hasta Festivos y contamos con Diego que siempre lo encontramos atento pero ahí están las prorrogas.

Tiene mucha razón Lorenzo García cuando afirma que la clave de una evaluación de los aprendizajes de estudiantes matriculados en un programa radicado en un determinado entorno o plataforma es el seguimiento diario por parte del equipo docente, del progreso de cada uno, que debe palparse en la presencia de ese estudiante, en sus intervenciones, en su actitud dentro del aula virtual y presenta una serie de estrategias.

Y en este curso he avanzado bastante pero mi presencia ha tenido muchos altibajos y la única respuesta es mi falta de organización y tambien la falta de sacrificio.

2 comentarios:

  1. Buen día Mary Janeth:

    A veces los sintomas no revelan las causalidades. Uno de los asuntos que confirmo cada vez más es que sin gratificación, sin alegría es muy tortuoso el camino del aprendizaje.

    La profesora Maria Fernanda Palacios lo expresa bellamente cuando dice: "Dando clases para un público sumamente heterogéneo, a personas ya muy bien formadas (en su mayoría mucho más formadas que yo), descubrí la maravilla del estudio verdaderamente gratuito y dichoso. Nada y nadie los obliga a estar ahí, y sin embargo ahí están, una y otra vez, siguiendo un hilo invisible y personal, obedeciendo un llamado quizá inaudible para ellos mismos; están ahí a pesar de las horas en el tráfico, a pesar de los compromisos familiares y sociales, a pesar del cansancio y del desánimo que se apodera de nosotros cuando terminamos la jornada diaria; están ahí haciendo un alto, una pausa extraña y en absoluto pasiva, para seguirle la pista a algo que les ha interesado; puede ser un libro o un autor que conocen o del que oyeron hablar, un asunto de historia, un problema actual o un valor universal, algo, en fin, que les merece interés, respeto, simple curiosidad, o bien se trata de una vieja pasión olvidada y desatendida. El profesor se encarga de abrir un camino, de entreabrir esa puerta que está dentro de cada uno, para que la “materia” circule en conexión con la memoria y las inquietudes de cada quien. Pero además -y esto es sumamente importante- está también el papel que juega el ambiente, la atmósfera que se crea en ese “ha lugar” de la clase. A medida que van llegando, una a una, estas personas ya “formadas”, cada una con su cansancio y su soledad, con sus prisas y sus intereses, van soltando poco a poco, una a una, sus ocupaciones y pre-ocupaciones, van desocupándose para que pueda entrar lo desinteresado del aprendizaje, o lo inesperado (que es otra forma de decirlo). Esta atmósfera tiene el don de regresarlos por un rato a los bancos de la escuela, de suscitar de nuevo el aparecer, en cada uno, del niño que aprende. Del niño como esa figura interior ávida y necesitada de aprender y jugar al mismo tiempo, para quien todo interés es desinteresado y todo juego algo serísimo"*.

    La invitación es que busque en su interior lo que verdaderamente le entusiasma.

    *Tomado de: http://prodavinci.com/2009/06/18/la-alegria-de-aprender-en-favor-del-estudio-asistematico/

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  2. Hola Leonel, gracias por citar a la profesora María Fernanda Palacios es muy grato conocer este apasionamiento, el cual ha fortalecido en mi una actitud de mas satisfacción y motivación frente a los retos que asumimos.

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